Cómo aflojar tornillos atascados: Métodos eficaces para evitar daños

Cómo aflojar tornillos atascados: Métodos eficaces para evitar daños

Pocas cosas son más frustrantes que estar en medio de una tarea y no poder avanzar porque un tornillo se ha atascado. Aunque la tentación de aplicar fuerza bruta es grande, este método no suele dar buenos resultados y puede empeorar la situación, dañando la cabeza del tornillo o incluso cizallándolo. Afortunadamente, existen métodos más eficaces y seguros para solucionar este problema sin causar daños mayores. A continuación, te explicamos algunas técnicas que pueden ayudarte a aflojar los tornillos más difíciles.

1. Aceite penetrante: el primer recurso

Un aceite penetrante o multiuso puede ser una solución muy efectiva cuando se trata de tornillos atascados o corroídos. Este tipo de aceites tiene una viscosidad muy baja, lo que les permite infiltrarse profundamente en las roscas del tornillo y reducir la fricción. Para aplicarlo correctamente, rocía una pequeña cantidad alrededor de la cabeza del tornillo, utilizando el tubo fino que suele venir con el envase. De esta manera, te aseguras de aplicar el aceite justo donde es necesario. Permite que el aceite actúe durante un tiempo, repitiendo la operación varias veces si es necesario. Ten paciencia, ya que en algunos casos pueden pasar horas antes de que el aceite haya penetrado lo suficiente. En situaciones especialmente difíciles, se recomienda dejar que el aceite actúe toda la noche antes de intentar aflojar el tornillo nuevamente.

2. Spray refrigerante: juega con la temperatura

Otro método muy eficaz es el uso de un spray refrigerante. Este enfoque se basa en las propiedades físicas del metal, ya que este se contrae cuando se enfría. Aplica un spray refrigerante específico para bricolaje (no el de lesiones deportivas) directamente sobre el tornillo. Este método provoca una congelación rápida y profunda que puede romper la estructura del óxido, facilitando la contracción del metal y aflojando el tornillo. Como consejo adicional, después de aplicar el spray refrigerante, rocía un poco de aceite penetrante o multiuso para añadir una capa extra de lubricación. Algunos sprays refrigerantes ya incluyen un componente lubricante en su fórmula.

3. Calor: expande el metal para liberar el tornillo

Si tienes a mano una pistola de aire caliente o un soplete y el entorno lo permite, también puedes intentar aplicar calor sobre el tornillo y la zona atornillada. Al aplicar calor, el metal se expande, lo que puede ayudar a aflojar la unión atascada. Es importante que, una vez que el tornillo se haya enfriado un poco, intentes aflojarlo con cuidado para evitar daños. Si es necesario, aplica también aceite penetrante después de que el tornillo se haya enfriado para asegurar una lubricación adicional que facilite el proceso de extracción.

4. Disolvente de óxido: deshazte de la corrosión

Si el problema principal es la corrosión visible, un buen disolvente de óxido puede ser de gran ayuda. Estos productos están formulados para penetrar profundamente en las roscas y disolver la estructura del óxido. Sin embargo, ten en cuenta que algunos disolventes de óxido no incluyen lubricantes en su composición. En estos casos, es recomendable lubricar la unión cada media vuelta del tornillo con aceite penetrante para evitar que las partículas abrasivas del óxido dañen las roscas. Recuerda siempre seguir las indicaciones del fabricante del producto para garantizar un uso seguro y eficaz

5. Extractor de tornillos y rompetuercas: la solución para tornillos dañados

Si el tornillo está tan dañado o deformado que no puedes aflojarlo con los métodos anteriores, necesitarás herramientas especializadas. En el caso de que la cabeza del tornillo esté dañada, un extractor de tornillos es la mejor opción. Esta herramienta requiere que primero taladres un agujero en el tornillo. Luego, insertas el extractor, que se ajusta al interior del tornillo para ayudarte a girarlo y extraerlo. Si lo que está dañado es la tuerca o los bordes de la cabeza del tornillo, un rompetuercas puede ser la solución. Este se ajusta alrededor de la tuerca o del tornillo y permite aplicar fuerza sin necesidad de que la cabeza del tornillo proporcione agarre.


Importante: Familiarízate con el uso de estas herramientas especializadas y sigue las instrucciones de seguridad para evitar lesiones o daños en la pieza que estás trabajando.

Conclusión

Siguiendo estos métodos, podrás enfrentar tornillos atascados con más eficacia y menos riesgos. Cada uno de estos enfoques tiene sus ventajas y puede ser útil dependiendo del estado del tornillo y de las circunstancias. Con paciencia y las herramientas adecuadas, es posible aflojar los tornillos más complicados sin causar daños adicionales.

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